Células madre: la vanguardia de la química cosmética

La doctora Patricia Dermer nos habla de las células madre y sus aplicaciones en productos para el cuidado de la piel.


Las células madre son aquellas que tienen la capacidad de autorrenovarse o bien de continuar la vía de diferenciación para la que están programadas y, por lo tanto, producir células de uno o más tejidos maduros, funcionales y plenamente diferenciados.

A partir de los descubrimientos realizados sobre las características de las células madre, la ciencia cosmética ha estudiado sus aplicaciones a productos destinados al cuidado de la piel.

El envejecimiento produce una disminución del número de células madre. Además, el deterioro de la calidad del entorno de estas células limita su potencial regenerador. Asimismo, la radiación UV y otros factores de estrés ambiental o intrínseco afectan negativamente la vitalidad y actividad de este tipo de células. En la piel, todo esto se manifiesta como pérdida de firmeza, elasticidad y lozanía.

Las células madre de la piel poseen la capacidad de diferenciarse de otros tipos celulares del mismo tejido. Sin embargo, atraviesan numerosos ciclos y divisiones celulares manteniendo el estado indiferenciado. Sus funciones primarias son reponer las células senescentes y regenerar los tejidos dañados, es decir: reemplazar las células envejecidas y dañadas.

Las células madre vegetales protegen el entorno de las células germinativas y optimizan su potencial de renovación. Son células no especializadas cuyo único objetivo es la reproducción.

A diferencia del ser humano y los animales, las plantas adultas contienen células madre totipotentes. Esto quiere decir que cada célula actúa en forma biomimética, integrándose y adaptándose a las células de cada órgano, y reestructurando íntegramente cada uno de ellos. Por lo tanto, es capaz de regenerar nuevos órganos: hojas, raíces y hasta la planta entera.

Los últimos estudios realizados sobre las células madre vegetales demuestran que éstas producen efectos benéficos en las células madre de la piel, entre los que podemos mencionar:
  • Estimulan el metabolismo celular y compensan los cambios producidos por el envejecimiento, las RUV, la contaminación, el estrés, etc.
  • Poseen propiedades regeneradoras que logran mantener la piel joven por más tiempo.
  • Conservan y protegen la vitalidad de las células madre de la piel.
  • Contienen factores epigenéticos que regulan la actividad de los genes y la función de las células madre de la piel.
Todo esto transforma a los productos con células madre vegetales en potentes rejuvenecedores de la piel.

0 comentarios:

Publicar un comentario